En el año 1989 inicié un proyecto para ilustrar “Cien años de soledad”, de Gabriel García Márquez. Alternando este proyecto personal con otros encargos editoriales y publicitarios, los trabajos sobre la obra de García Márquez se extendieron en el tiempo durante casi veinte años. Todo aquel trabajo hubiera quedado archivado si mi maestro y amigo, José Ramón Sánchez, no me hubiese ofrecido en el año 2007 la oportunidad de recopilar en un libro los cuadros, los dibujos y los textos que durante años había dedicado al universo mágico de Gabriel García Márquez. José Ramón Sánchez, además de ser un gran artista, Premio Nacional de Ilustración y pintor de infinitos recursos, es socio fundador de La Editorial VALNERA. Junto con su socio, Jesús Herranz, decidió embarcarse en la aventura de editar aquel trabajo y publicarlo con unos criterios de calidad inimaginables si se piensa en la dimensión de esta pequeña editorial. Nunca agradeceré lo suficiente la confianza que me demostraron, el esfuerzo que hicieron y la oportunidad que me ofrecieron. El fruto de todo aquel esfuerzo es “El libro de las hojas muertas”, del cual soy autor tanto del texto como de las ilustraciones, de las que a continuación muestro una pequeña selección. Las ilustraciones en blanco y negro fueron realizadas a lápiz o con rotulador de escala de grises. Las imágenes en color fueron realizadas en acrílico o con pintura al óleo.

El coronel Aureliano Buendía y el pelotón de fusilamiento. Lápiz sobre papel.

Delirio de amor de Rebeca Buendía. lápiz y rotulador sobre papel.

El Patio de la casa de los Buendía. Lapiz sobre papel

Rebeca Buendía y la enfermedad del insomnio. Acrílico sobre tabla.

Subida a los cielos de Remedios, la Bella. Acrílico sobre tabla.

Rebeca Buendía y la enfermedad del insomnio. Acrílico sobre tabla (detalle)

El esqueleto del galeón español en el campo de amapolas. Óleo sobre tabla (detalle)

Espectro de Prudencio Aguilar. Óleo sobre tabla.

El coronel Aureliano Buendía frente al pelotón de fusilamiento. Óleo sobre tabla.

José Arcadio Buendía. Acrílico sobre tabla.

Condividi